Cuando no se lleva una correcta alimentación, nuestra piel es uno de los indicadores de que algo no va bien. Se ha visto una estrecha relación entre la salud intestinal y la piel. Pues en el intestino se aloja una población de bacterias que se denomina microbiota.
¿Es importante lo que comemos para mantener una piel bonita y en buen estado?
Una alimentación sana y equilibrada aporta nutrientes, antioxidante y aminoácidos que necesitamos para tener una piel luminosa, hidratada y con buen aspecto
Principales recomendaciones dietéticas:
- No descuidar el aporte de proteínas: La proteínas proporcionan aminoácidos necesarios para la síntesis de colágeno y tener un soporte estructural de tejidos y músculos para controlar la flacidez.
- Implementar grasas buenas en la dieta: Las grasas de buena calidad proporcionan un aporte de lípidos que junto con una adecuada hidratación nos den un equilibrio de nuestra piel apareciendo más luminosa e hidratada.
- Restringir el consumo de azucares. Los azucares refinados aceleran el envejecimiento y se han relacionado con empeoramiento del acné. “Cuando ingerimos un exceso de azúcar, las proteínas de nuestra piel reaccionan con el azúcar mediante un proceso llamado glicación que genera una desestructuración del colágeno y la elastina que se endurecen, empeorando la textura, tono de la piel y apareciendo más arrugas. Por otro lado, el azúcar es proinflamatorio por lo que genera empeoramiento de patologías cutáneas inflamatorias como el acné y la rosácea.
- Probióticos son buenos aliados. Los probióticos ayudan regular la flora intestinal bacteriana para que se más equilibrada y saludable. Por este motivo la toma de probióticos nos ayuda en el tratamiento de patología. Por otro lado, ayudan a controlar factores que a su vez producen alteración de la flora como la ansiedad, el estrés, problemas intestinales (diarreas, inflamación, pesadez…), toma de antibióticos.
No olvidar para la salud de nuestra piel la buena alimentación debe ir acompañada de hábitos de higiene.
Consejos útiles (Tips)
- Implementa alimentos integrales y sin procesar.
- Elije bien los productos lácteos que tomas, de preferencia que tengas probióticos.
- No olvidar implementar prebióticos en la dieta como verduras de hojas, el ajo, la cebolla.