Dime en que trabajas y te diré que comer

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La mayoría de las personas están ocho horas en la computadora pero también hay las que tienen un trabajo activo o por turnos ¿Quieres conocer que comer según la actividad laboral que realizas?

A continuación la nutricionista Daniela Torrez, nos menciona algunas pautas para alimentarse correctamente de acuerdo al tipo de trabajo que realizan diariamente:

Trabajos sedentarios: Ante una ausencia de movimiento continuo durante varias horas consecutivas el organismo de quienes desempeñan este tipo de trabajos requiere productos con bajo aporte calórico pero que a la vez garanticen una nutrición adecuada y una sensación de saciedad que frene las ganas de ingerir las llamadas “calorías vacías”, que se encuentran productos como productos como la bollería industrial o las bebidas azucaradas.

Para evitar caer en la tentación limite la ingesta de hidratos de carbono tanto en la cantidad y cantidad, opte por alimentos en su versión integral o granos naturales controlando las porciones y en lo posible evitando comerlos por las noches.

Los trabajos activos: Implica un mayor esfuerzo físico, las personas que mantienen esta rutina deben ingerir las calorías suficientes como para cubrir las demandas de energía del organismo. La vía práctica para lograr el éxito es controlando las proporciones y el equilibrio de los alimentos e incluyendo más hidratos de carbono de buena calidad en su alimentación.  Para quienes trabajan en espacios abiertos al aire libre y  estén expuestos a la incidencia de los rayos del sol no pueden descuidar la hidratación corporal, por ello es necesario beber constantemente líquidos: agua, infusiones, caldos y vitamina A provenientes de la zanahoria, naranja o espinacas.

Los trabajos por turnos:   Es de vital importancia adaptar las comidas a las horas de trabajo y tomar tentempiés que ayuden a continuar con energía en la jornada.

La comida previa al trabajo debe ser consistente debido a que es necesario un aporte energético para desempeñar el trabajo, pero no demasiado, pues una digestión pesada puede afectar el rendimiento, humor y concentración. Siempre es buena idea llevar fruta, yogures descremados, nueces, o un sándwich vegetal integral. Para favorecer el descanso y regular el sueño, es positivo recurrir a alimentos con alto contenido en triptófano, como las legumbres, los frutos secos, el plátano, la avena, la leche o las almendras, que nos ayudarán a disminuir los niveles de nerviosismo y a controlar el ciclo del sueño.

Para quienes trabajan y estudian:  Estos trabajadores están expuestos a un gran período horario de esfuerzo físico y mental diario que puede aumentar los niveles de estrés, afectar a nuestro sistema inmunológico, provocar cansancio y falta de energía, falta de concentración y bajo rendimiento.

En estos casos conviene favorecer el descanso y el sueño con el que se consigue restaurar el organismo, así como llevar una alimentación saludable que nos ayude a sobrellevar el ritmo. Consumir alimentos que aporten omega 3 (pescado azul, nueces, lino), esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Las vitaminas del grupo B también son positivas para prevenir el cansancio y la fatiga las encontramos   desde legumbre, hasta lácteos, pasando por los pescados, verduras, todo tipo de cereales integrales, o la mayoría de las carnes, por lo que conviene incluir en nuestra dieta la mayor variedad de alimentos posibles.

  1.  Consejos útiles (Tips)
  • Evitar la ingesta de bebidas azucaradas durante las comidas.
  • Se debe evitar fuera de casa acompañamientos fritos.
  • Los postres ideales son las frutas naturales.