La grasa en exceso en nuestra dieta puede convertirse en una de las más graves amenazas para el funcionamiento de uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo: el corazón. Según la nutricionista Daniela Torrez los niveles de colesterol están usualmente ligados al consumo excesivo de alimentos grasosos, no sólo las personas con sobrepeso presentan un cuadro de riesgo, pues se trata de un problema que puede afectar también a personas delgadas.
Es importante realizar controles periódicos de laboratorio para detectar la presencia del enemigo en la sangre y tomar las previsiones necesarias para revertir la tendencia negativa.
Por lo general, los especialistas recomiendan verificar rutinariamente la cantidad de grasa que tienen los alimentos que ingerimos. No se trata de eliminar por completo la grasa, sino de restringirla a las cantidades necesarias para sentirnos saludables.
La nutricionista Daniela Torrez advierte que la grasa en exceso añade muchas calorías, lo que significa también la posibilidad de aumentar de peso, pero el peligro mayor radica en que un incremento significativo de colesterol puede acarrear graves problemas para el corazón.
Según la nutricionista los alimentos que contienen más grasa son la yema de huevo que debe ser consumida con moderación, las carnes que están rodeadas de grasa y los productos lácteos, como la mantequilla y los quesos. También es recomendable ser cuidadosos con las comidas que ingerimos fuera de casa, como las hamburguesas, las pizzas, las empanadas fritadas, y otros productos que combinan grasa, proteína y carbohidratos.
El problema, explica Daniela Torrez es que si bien la grasa puede observarse con facilidad en alimentos como la mantequilla o las carnes, “el 75 por ciento de la grasa en los alimentos está escondida. Uno se la come, pero no puede verla, porque la grasa es parte del alimento o ha sido añadida durante la preparación del mismo”.
Por eso, para reducir el consumo de grasas es bueno utilizar la lupa del detective anti-colesterol y ubicar el lugar donde dejó sus huellas. La grasa no es mala, siempre y cuando no haya excesos. De hecho, sirve para transportar algunas vitaminas, añade sabor a los alimentos e incluso provoca sensación de saciedad.
- Consejos útiles (Tips)
- Elige lácteo y derivados descremados
- Antes de preparar la carne elimina la grasa visible (piel y las partes blancas)
- Sofreír las carnes en su propio jugo, evitando agregar aceite