Muchas mamas están preocupadas por los niños, ya que gracias a la pandemia no tienen las actividades normales que solían tener antes las salidas de las mayoría se ven restringidas a familiares muy cercanos y en muchos casos ni a eso. Pero ¿Qué hacer para la gestionar las emociones de los más pequeños del hogar?
Según la psicóloga Viviana Ríos, el objetivo principal es fomentar la autoconfianza a partir de la gestión de las emociones que llevará a los niños a lograr la adaptación a los cambios. Cuesta mucho manejarlas, sin embargo puede usted educar a sus hijos y hacer que sean emocionalmente adaptables a los cambios, eso los ayudara mucho en la vida.
La experta menciona que la clave para “hacer normal la anormalidad” y gestionar la cantidad de emociones y la ansiedad de los niños, es vivir el presente, obtener soluciones teniendo en cuenta las percepciones del niño según el tramo de desarrollo en el que se encuentre.
¿Cómo lograrlo? le decimos a continuación:
Reflexión y auto/terapia
- Enséñale a establecer comunicación: Establece un ambiente de confianza para compartir experiencias tanto de los padres como de los hijos. Enseña con el ejemplo a escuchar para entender lo que se nos están diciendo, callar para escuchar y entender para ponerse en el lugar del otro.
- A reconocer emociones: Ayude a nombrar y reconocer a cada una de las emociones, lo que permitirá gestionarlas.
- A la firmeza en los límites: Sin tener límites la vida en sociedad no sería posible. El definir y hacer que respeten las normas no está asociada con manifestaciones violentas, la clave es mantener actitud firme ante ellas.
- Acompáñelos en momentos difíciles: Momentos de rabietas, de miedo, son episodios que sufren los niños cuando no entienden las explicaciones, o los acontecimientos son difíciles de manejar. Acompañar es dar un espacio de seguridad, hable con ellos sobre lo acontecido.
- No castigos, si consecuencias: El objetivo es que el niño entienda las consecuencias de sus actos y repare el daño causado. Con los castigos se priva de algo y no muchas veces se entienden las consecuencias de lo ocurrido.