Potencia tu energía vital para un buen desempeño en el trabajo

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Como seres vivos que somos obtenemos y producimos nuestra energía vital a partir del agua, el aire, el sol, los alimentos, la risa; pero también somos seres culturales que se alimentan de libros, relaciones sociales, experiencias 

La  psicóloga Viviana Rios nos aconseja realizar acciones que te ayudarán a mejorar tu energía diaria y la del trabajo. 

  • Las buenas relaciones en el trabajo estimulan a la energía mental positiva.  El apoyo social, el conocer puntos de vista diferentes, estimula a la serenidad y son la fuente de energía y bienestar emocional en el trabajo. 
  • Capacítate y crece interiormente: lee, instrúyete ocúpate de realizar ejercicios mentales que te saquen de la rutina: crucigramas, palabras cruzadas, entre otros estimulan la actividad mental del cerebro. Permite a tu cerebro salir de la zona de confort con música diferente, pinturas que te inspiren, entre muchas otras actividades.
  • Proyecta metas para desarrollar tus habilidades: 
  • Capacidad analítica y de crítica. La capacidad analítica, es la que a la hora de poner sobre la mesa las ideas comunes, deberemos ser capaces de analizar las mismas y realizar una crítica, ya sea positiva o negativa pero, siempre de manera constructiva para así, posteriormente ser capaces de tomar decisiones completas fundamentadas en las opiniones de todos. 

Realizar estas actividades diariamente estimula las funciones mentales y capacidad cognitiva y entrenan al cerebro para obtener mayor energía mental. Desde esta perspectiva se traduce en mayor capacidad de trabajo diario, flexibilidad y velocidad en el pensamiento, mayor capacidad de reflexión y actualización de la información que procese el cerebro, actividades necesarias para el trabajo. Recuerda ser constante y perseverante en ellas y disfruta de las sensaciones  de bienestar que consigas.

La salud física depende de la salud emocional 

Para mejorar tu bienestar emocional tienes que cuidar de ti mismo.

Si cuidas de ti mismo estás mejor preparado para hacer frente a los desafíos de la vida, sentirte bien contigo mismo y así liderar tu vida. Para mantener una buena salud emocional es importante prestar atención a los sentimientos, emociones y necesidades. Cuidar de uno mismo significa no dejar que el estrés y las emociones negativas se acumulen.

  • Aceptar quien eres, cómo eres, lo que sientes, como primer paso para sentirte bien contigo mismo. Medita en lo que no estés de acuerdo, tradúcelo en meta para cambiar y conseguir lo que te propones
  • Escucha tus emociones que te enseñan sobre ti mismo, tus comportamientos y necesidades. Escúchalas y analiza los pensamientos que van asociados a cada emoción y  también cómo te hacen sentir
  • Tu forma de pensar determina cómo será tu comportamiento y tu realidad, mira desde el presente hacia adelante. Si tienes pensamientos negativos sustituye por fórmulas más positivas para tu realidad
  • Escucha a tu cuerpo. El equilibrio entre el bienestar corporal y emocional es importante. El cuerpo te da mucha información sobre lo que está ocurriendo respecto a tu salud emocional, escúchalo
  • Practicar la autodisciplina y el autocontrol, mantén tu cuerpo activo de esta forma podrás canalizar energías acumuladas que de otra forma podrían manifestarse en forma de emociones negativas y perjudiciales. Permítete desconectar tus pensamientos del vaivén diario para pensar en tu estado emocional durante al menos unos minutos al día. 

Calma tu mente, alimenta tu cuerpo 

  • Gestionar adecuadamente los niveles de estrés
  • Aprender cosas nuevas
  • Reserva tiempo para actividades de ocio y de meditación
  • Descansar adecuadamente, alimentarse bien, hacer ejercicio, recibir luz solar, evitar el consumo de alcohol, tabaco y drogas

El bienestar emocional incide sobre la salud física y ésta depende también del ejercicio físico fortalece al funcionamiento del corazón y los pulmones, también libera sustancias químicas que dan energía que ayudan a elevar el estado de ánimo.

No trates de pararlos

No solo no funciona, sino que es peor puesto, que nuestro cerebro entonces se esforzará más por recordarlos. Un hecho que avalan múltiples estudios científicos.

Acéptalos y racionalízalos

Si aceptas que la ansiedad te está jugando una mala pasada y produciendo este tipo de pensamientos, verás como comienzas a relajarte y la recurrencia de los mismos disminuirá.

Ponlos por escrito

Al escribirlos, además de desahogarte y relajarte, el cerebro interpreta que los hemos guardado, y por tanto ya no tiene que estar recordándolos continuamente. Además, si luego los lees, verás que no son muy racionales.

“Sólo lo que es irracional lo que es inanalizable por los sentidos, pero que tiene cualidades sensibles, puede ser obsesivo”.

                                                                                                           -Salvador Elizondo-

Practica deporte y meditación

Con el deporte los niveles de cortisol y adrenalina se reducen y sustituyen por dopamina, endorfinas y serotonina. Es decir, sustituimos ansiedad, estrés y tristeza por relajación, alegría y autoestima. Esto nos va a ayudar a dejar aparcados los pensamientos recurrentes durante un tiempo.
Además, la meditación es una gran ayuda para enseñarnos a controlar nuestra mente y atraer la atención al momento presente. Es más, relaja bastante.

Deja que el pensamiento se vaya

Cuando aparezcan, no te obsesiones con ellos, no trates de eliminarlos, simplemente asume que están ahí. Intenta relajarte y verás como conforme esto vaya sucediendo, tu atención buscará otro punto en el que fijarse y esa idea se alejará de tu mente.

Toma vitaminas del grupo B

Estas interfieren directamente en el buen funcionamiento del sistema nervioso. Tomar verduras, frutas, pescados, carnes y lácteos, te vendrá bien.
Como puedes comprobar, son varias las claves que te pueden ayudar a detener los pensamientos recurrentes. Sin embargo, hay un requisito previo para que tengan éxito: tu buena predisposición para aplicarlas y lograr el éxito.