Lo primero que debes tener claro que ya pasó ese momento de felicidad, es decir, hoy ya no te sientes de esa forma y querer repetirlo o revivirlo, solo te hará más daño.
- Sé paciente:
El tiempo es tu mejor aliado, así que no quieras correr cuando ni siquiera has aprendido a gatear. Ve poco a poco y verás que cada paso que des cuenta y mucho. Tampoco te presiones o te decepciones de ti si te das cuenta de que aún no lo superas. Está bien pensar que ya lo habías superado y comenzar a sanar desde cero.
- Acepta que termino:
Aunque lo quieras mucho, aunque él te adore o creas que las cosas cambiarán o tienen una solución, esa historia ya terminó y alargar la historia solo les traerá más problemas. No te atormentes con la idea del hubiera, no te fuerces a olvidarlo, simplemente acepta que esa relación ya no le trae nada bueno a tu vida.
- Llora:
Llorar no te hace débil ni tampoco te vuelve la culpable de que no resultará su relación. Necesitas llorar para curar las viejas heridas, soltar el dolor y olvidarte de la amargura de su amor. Saca hasta la última lágrima, llora por él, por ti y por lo que no fue.