Técnica de “modelamiento” para modificar la conducta
Otra técnica muy útil, a la par que práctica, y que se puede aplicar en diversas áreas, es el “modelamiento”. Esta técnica para modificar la conducta, consiste en imitar a la otra persona haciendo exactamente lo mismo que ha hecho ella. Aquí las neuronas espejo cobran gran importancia.
Un ejemplo útil en el que podemos utilizar esta técnica de modificación de conductas, es a la hora de enseñar al niño una nueva habilidad, como puede ser, por ejemplo, poner la mesa. Primero la madre o el padre debe realizar la tarea explicando cada paso que da, desde poner el mantel hasta sentarse a esperar la comida. Para ello, debe explicárselo al niño de la manera más didáctica posible para que preste atención.
Por ejemplo, un niño que le gustan los dibujos animados sobre superhéroes se puede imaginar que cada elemento que coloca en la mesa (vasos, cubiertos, servilletas.) es un superhéroe que va a reunirse a la base (la mesa) con el resto e amigos. Los padres deben de ponerle el mismo ímpetu que pondría el niño para que así sea más entretenido. Una vez el padre o madre que ha realizado el modelamiento debe recoger todo lo que había puesto y dejarle al niño que él lo repita ahora sin ayuda.
Si el pequeño se equivocará en algo es bueno no reprenderle y esperar a ver si a la siguiente vez consigue acordarse de lo que anteriormente no había hecho bien. Importancia de la motivación en el aprendizaje.
Técnica de “economía de fichas” para modificar la conducta
La “economía de fichas” es otra técnica de modificación de conductas que puede ser muy divertida para padres y niños. Se trata de establecer un sistema de recompensas en el cuál, para obtener un premio (comida favorita, juguete, excursión, juegos mentales, etc.) deberá desarrollar determinadas conductas deseadas (los deberes, ordenar su habitación, lavarse los dientes, ayudar a poner la mesa, etc.) y dejar de hacer otras que deben concretarse.
Un ejemplo útil, cada vez que el pequeño realiza la conducta deseada se le entregará inmediatamente un reforzador (fichas, puntos, etc.) el niño irá recogiendo estas recompensas hasta llegar al número que hemos determinado, momento en el que le entregaremos el premio final. Lo importante de esta estrategia para modificar la conducta, es que el niño se dé cuenta de que obtiene muchos más beneficios y privilegios cuando se comporta de forma adecuada.
Es importante que contemos con una pizarra o cartulina que esté visible para todos los miembros de la familia, donde se pueda ver el estado de los puntos obtenidos semanalmente. Debemos fijar y pactar de antemano los premios que entregaremos. Deben ser recompensas claras y que resulten realmente atractivas para el niño, y deben aparecer reflejadas en la pizarra.
Cada vez que entreguemos una ficha o punto, debemos acompañarlo de comentarios positivos “Estoy muy contento porque te has esforzado”.